jueves, 5 de julio de 2012

PLAN E... VIVÁMOSLO JUNTOS



ARQUIDIÓCESIS DE BOGOTÁ
ITINERARIO PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL NUEVO PLAN DE EVANGELIZACIÓN
 ¿QUÉ VAMOSAHACER?
Acogiendo el impulso renovador del Espíritu Santo y bajo su guía, el Señor Arzobispo, Pastor de esta Iglesia Particular, nos convoca a discernir y a construir juntos, desde la realidad urbana que vivimos y a la luz de la Palabra de Dios, un nuevo Plan de Evangelización para nuestra Iglesia Arquidiocesana de Bogotá, llamada a vivir como una comunidad de discípulos misioneros en medio de la ciudad-región de Bogotá y su cultura.
 ¿POR QUÉ LO VAMOS A HACER?  
·         La llamada, el envío la misión continúan
Porque nos reconocemos como Iglesia Particular de Bogotá, convocada por el Señor Jesucristo y enviada a anunciar y servir al Reino de Dios, haciendo presencia en el corazón de la ciudad como signo e instrumento de ese Reino que está ya presente y que viene.
Porque reafirmamos que existimos para evangelizar; que nuestra identidad más profunda y nuestra vocación propia es evangelizar; y que todos los medios maravillosos que tenemos en la Iglesia tienen sentido cuando se ponen al servicio de esa tarea evangelizadora.
Porque reconocemos, en comunión con todos los Obispos en Aparecida, que como Iglesia estamos llamados a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia nuestra misión en las nuevas circunstancias latinoamericanas y mundiales; llamados a actuar como discípulos de Jesucristo y misioneros de su Reino, que buscan que «El sea encontrado, seguido, amado, adorado, anunciado comunicado a todos, no obstante todas las dificultades y resistencias».
Este despertar misionero, propuesto como una Misión Continental, requiere de nuestras comunidades una conversión personal, animando la condición misionera que le es propia a todo bautizado, y una conversión pastoral, que implica pasar de la posición de simples administradores de lo que ya existe a la de quienes salen constantemente a comunicar, «por desborde de gratitud y de alegría, el don del encuentro con Jesucristo, fuente de una vida nueva.

      Una nueva época está surgiendo
Porque con toda la humanidad compartimos el comienzo de un nuevo milenio, que día a día vemos, más que como un cambio de calendario, como el umbral hacia una nueva época de la sociedad humana, dados los cambios profundos y complejos que estamos  viviendo
Cambio de época que nos exige, a quienes tenemos un mandato misionero, una Buena Nueva para toda la humanidad, estar a la altura de las circunstancias, con una presencia y una acción pertinentes y coherentes, fundados en una lectura y un discernimiento permanentes de nuestra realidad y de sus cambios, y en una gran capacidad de adaptación, y de creatividad para saber ubicarse en este contexto e interactuar de manera eficaz y asertiva, personal, comunitaria e institucionalmente; para saber dejar lo que hay que dejar y saber asumir lo nuevo, a la luz del Evangelio mismo.
¿PARA QUÉ LO VAMOS A HACER?
 Estas opciones que serán construidas colectivamente y en docilidad al Espíritu Santo, se constituirán en el horizonte y en el camino que transitaremos juntos durante los próximos años, y en ellas quedarán plasmados muchos compromisos necesarios.
 ¿CÓMO LO VAMOS A HACER?
Mediante un proceso de “planeación participativa de la Evangelización”  que vamos a  realizar en un año y medio nos dará como resultado, vivida, un Nuevo Plan de  Evangelización.
La planeación tiene una dimensión educativa y comunicativa, en la que los contenidos y el resultado son valiosos, pero mucho más el proceso mismo vivido; proceso que no puede ser entendido como una interrupción en la vida de nuestra Iglesia, sino por el contrario como un acontecimiento evangelizador.


EN SÍNTESIS, NECESITAMOS...
1. Renovar el amor y compromiso por la misión que el Señor Jesús nos encomienda al servicio del Reino de la Vida
2. Apertura a la ciudad y su cultura
3. Oración y actitud de discernimiento de la voluntad de Dios en la propia vida y en la comunidad eclesial
4. Aprender a pensar, planear, caminar y construir con otros los procesos evangelizadores
5. Compromiso con el ejercicio de inculturación de la comunión y misión eclesiales en el contexto urbano.
6. Apertura al cambio y voluntad de conversión
7. Humildad
8. Sentido de pertenencia y participación eclesial diocesana
9. Perseverancia y constancia


miércoles, 4 de julio de 2012

9 de julio

Nuestra Señora de ChiquinquiráPatrona de Colombia

Virgen de la ChiquinquiráLa tradición nos cuenta que hace cuatro siglos don Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, solicitó al español Alonso de Narváez (h. 1560) que pintara una imagen de la Virgen del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla.

La pintura fue realizada sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por 49 de ancho, Alonso de Narváez usó colores al temple, realizó una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados puso al Apóstol San Andrés y a San Antonio de Padua.

El cuadro fue ubicado en la capilla que poseía don Antonio en sus aposentos de Suta, estuvo allí durante más de una década, pero la capilla tenía el techo de paja, lo que provoco que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla completamente borrosa.

Tras la muerte de Santana, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá, hacia el año 1577-78. La imagen fue llevada a ese lugar, pero se encontraba en tan mal estado que fue abandonada en un cuarto, habitación que tiempo atrás había sido usada como oratorio.

Al comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María Ramos, nacida en Sevilla (España), la señora reparó el viejo oratorio y colgó en el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.

El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó frente a ella una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo. En ese momento Isabel grito a María "mire, mire Señora..." Ella dirigió la mirada hacia la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de la tela habían desaparecido. Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a Nuestra Señora de Chiquinquirá.

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRA, PATRONA DE COLOMBIA

¡Virgen del Rosario, Reina de Colombia, Madre nuestra! Ruega por nosotros ahora. Concédenos el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios, rencores y la reconciliación de todos los hermanos. Que cese la violencia, que progrese y se consolide el diálogo y se inaugure una convivencia pacífica. Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad. Te lo pedimos a ti, a quien invocamos como Reina de la Paz. Sé para nosotros puerta del cielo, vida, dulzura y esperanza, para que juntos podamos contigo glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

CANTEMOS A LA REINA














martes, 3 de julio de 2012

UNA SALIDA CON HISTORÍA....


EL LIBERTADOR NOS ABRIÓ LAS PUERTAS DE SU CASA



Los días 19, 21,26 y 29 de Junio las personas pertenecientes al programa Centro de Familia de las Obras Sociales del Niño Jesús tuvieron la oportunidad de asistir a la salida pedagógica que este año tuvo lugar en las instalaciones de la casa museo Quinta de Bolívar. La experiencia les permitió acercarse a un rincón de la historia no solo de Colombia, sino de los demás países que deben su independencia a su labor emancipadora.

Cabe destacar la acogida alegre de todos (as) las personas y el acompañamiento por parte de las Hermanas Salesianas Hijas de María Auxiliadora y de los profesionales en catequésis y en trabajo social, quienes estuvieron al frente de los distintos grupos